El símbolo de los 4 hombres girando en torno al Sol, representa las 4 estaciones del año.Este mismo símbolo está reproducido en la actualidad por los "voladores de Papantla", miembros de la etnia totonaca, Estado de Veracruz, República Mexicana, quienes ejecutan LA DANZA DE LOS PAJAROS.
Los principales legados arqueológicos precolombinos de los totonacos se encuentran en Cempoala, el Castillo de Teayo y quizá el más conocido, el Tajín, denominado por los propios totonacos como “La Ciudad del Dios del Trueno”.
Los hombres-pájaro o "voladores" realizan un ritual para saludar al Sol y llamar a las lluvias que darán fertilidad a la tierra.
Actúan 5 personas que son 4 voladores que representan los cuatro puntos cardinales y el sacerdote o caporal quien viste de rojo y blanco representando el Sol y porta una capa multicolor que representa el Arco Iris.
Los 5 ascienden por un poste de 30 metros de altura que representa el eje entre la tierra madre y la divinidad del cielo. A este se le enredan 4 cuerdas que representan el cordón umbilical. Los 4 voladores ascienden primero y se amarran por la cintura con la cuerda, después asciende el sacerdote hasta el tambor en la punta del poste. Parado en este tambor, que representa los latidos de la tierra, sin ninguna sujeción, baila y hace sonar una flauta que simbolizan el canto de las aves.
En la danza se para 4 veces hacia cada punto cardinal para hacer una oración. Después de esto se sienta en el tambor y los 4 voladores se dejan caer de espalda hacia el vacío sujetados por la cuerda en su cintura. Los voladores caen lentamente en círculos, girando 13 veces. Esta cifra multiplicada por los 4 voladores resulta en 52 círculos.
Según el calendario maya, 52 años forman un ciclo solar.
Los principales legados arqueológicos precolombinos de los totonacos se encuentran en Cempoala, el Castillo de Teayo y quizá el más conocido, el Tajín, denominado por los propios totonacos como “La Ciudad del Dios del Trueno”.
Los hombres-pájaro o "voladores" realizan un ritual para saludar al Sol y llamar a las lluvias que darán fertilidad a la tierra.
Actúan 5 personas que son 4 voladores que representan los cuatro puntos cardinales y el sacerdote o caporal quien viste de rojo y blanco representando el Sol y porta una capa multicolor que representa el Arco Iris.
Los 5 ascienden por un poste de 30 metros de altura que representa el eje entre la tierra madre y la divinidad del cielo. A este se le enredan 4 cuerdas que representan el cordón umbilical. Los 4 voladores ascienden primero y se amarran por la cintura con la cuerda, después asciende el sacerdote hasta el tambor en la punta del poste. Parado en este tambor, que representa los latidos de la tierra, sin ninguna sujeción, baila y hace sonar una flauta que simbolizan el canto de las aves.
En la danza se para 4 veces hacia cada punto cardinal para hacer una oración. Después de esto se sienta en el tambor y los 4 voladores se dejan caer de espalda hacia el vacío sujetados por la cuerda en su cintura. Los voladores caen lentamente en círculos, girando 13 veces. Esta cifra multiplicada por los 4 voladores resulta en 52 círculos.
Según el calendario maya, 52 años forman un ciclo solar.
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